Luis Narváez y Vladimir Hernández han visto tarjetas rojas este semestre.
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Hansel Vásquez.

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Va en picada: ¿Qué pasa con Junior? ¿se le olvidó ganar?

En caída libre, cede puntos como local y, lo que es peor, le faltan goles para para poder triunfar.

Cinco jornadas sin conocer la victoria, 4 puntos de 15 posibles, una caída libre en la tabla donde antes era líder y ahora está de quinto a cuatro puntos del octavo, además de actuaciones en el campo de que no convencen a nadie, son algunas de los factores que atentan contra la campaña juniorista y que hoy la tienen más que nunca bajo la lupa de los hinchas.

Aunque pudiera ser muy cómodo achacar la culpa exclusivamente a Alexis Mendoza, la verdad es que el entrenador no ataja, no mete goles y menos que cobra los penales. Pero sí tiene responsabilidad en otros temas que de verdad son críticos para el equipo.

Y empecemos por el principio, ilustrando con una situación que paradójicamente se presentó en el último partido. Cuando el elenco no tenía ninguna clase de reacción ante Bucaramanga, Alexis Mendoza giró su cabeza al banco y la verdad es que no encontró nada para solucionar.

La confección del equipo fue mala. Desde que se cerró la campaña de contrataciones quedó en el ambiente la sensación de que muy poco o nada se había traído para resolver urgencias, para recomponer el camino del equipo. La verdad sea dicha, aferrarse a juveniles como tabla de salvación es una apuesta, de la cual Mendoza ha salido perdiendo progresivamente.

Ante el fracaso deportivo que ha significado el paso de Yorleys Mena, refuerzo estelar del equipo, cuya aparición más importante fue estrellar una camioneta, para luego ser relegado a las alternativas, Alexis debió encomendar la labor del ataque a jugadores como John Vásquez, Leiner Escalante y Yessi Mena.

Aquí es donde destaca el siguiente gran dolor de cabeza, es que simplemente los delanteros de Junior no marcan goles. No anotan. Sin goles, no se gana. Si no se gana, no se hacen los puntos.

De los 22 goles anotados por el equipo, solo 9 han sido marcado por los delanteros. El de mayor producción, Roberto Ovelar con 5, los demás solo han aportado de a un tanto, (Jorge Aguirre, Leiner Escalante, Edison Toloza y Yessi Mena).

Ante está reducidísima capacidad anotadora en el frente de ataque, Junior ha tenido que echar mano del momento de Vladimir Hernández. Pese a que ya tiene 9 goles, siendo el artillero del equipo, quedaba la duda rampante de cuando terminaría su racha. La respuesta es que desde hace 4 jornadas no marca. Es decir, Junior no ha vuelto a ganar, desde que ‘Vlacho’ no consigue vulnerar las redes.

Y sí un equipo no anota, pues la lógica indica que debería poder defenderse bien para así compensar su escaso registro goleador. Si bien Junior solo ha concedido 18 goles en todo el torneo, en los últimos cinco juegos le han marcado 8, es decir el 44.44% de la campaña.  En pocas palabras, la defensa se ha venido abajo.

Sumado a la falta de Andrés Felipe Correa, lesionado y que no juega desde la fecha 9 frente al Deportes Tolima, que evidencian los números como una baja sensible, mover a Jorge Arias al perfil derecho ha demostrado una clara fragilidad en un sistema que tiene problemas con la marca de la banda izquierda ante la irregularidad de Juan Guillermo Domínguez y Germán Gutiérrez, además del inexistente aporte en la temporada de Félix Noguera.

A esto, se agudiza cuando se notan errores, como los goles de media distancia. Un síndrome de un equipo que otorga muchos espacios en la mitad y que deja patear con libertad a los rivales. Poco ha podido hacer Sebastián Viera en la mayoría de estos casos.

Aquí se van sumando los elementos y toda esta falta de consistencia se termina por dar la mano con la falta de reacción en el banquillo de Mendoza, que como un eco, se le revierte encima cuando busca alternativas entre lo que tiene, que demostrado está, es muy poco como para enderezar cualquier camino.

Los recambios obligados como los de Jarlan Barrera y Yoni González, por citar dos ejemplos, son cada vez menos efectivos. Entran en circunstancias generalmente adversas y en situaciones que por su juventud o su carácter les resultan demasiado complejas como para poder encarar.

Encima, la sabiduría popular señala que “tras de cotudos, con paperas”, pues adicional a que no hay mucho de donde echar mano, las continuas expulsiones han atentado ante la consistencia de la nómina.  Juan Guillermo Domínguez, Iván Vélez, Vladimir Hernández, Édison Toloza y Luis Narváez han visto cartulinas rojas a lo largo del semestre.

Al estratega solo le queda dar un viraje al timón del barco y ver como lo saca de las aguas turbulentas donde navega. Ya es muy tarde para traer algo más, todo lo que queda es ver si realmente Mendoza puede corregir eso que tanto desespera al aficionado, el letargo en el que el equipo se atascó desde el partido con Atlético Nacional. Un empate 3-3 en casa que dejó una sensación de derrota, que se ha acentuado con el paso de las jornadas sin ganar.

Todos estos baches ahora amenazan a Junior. El público está inquieto. Los Jugadores no pueden darse el lujo de otro mal partido. Por último, Alexis Mendoza sabe que la paciencia no es un atributo que destaque en la directiva y que hay rivales ante los que es inaceptable pasar por un parto para ganar.

Definitivamente, con lo que está pasando se sigue aplicando la vieja frase: ¡si no hay paridera, no hay Junior!

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